¿Cambiar de sofá o dejarlo como nuevo?

¿Merece siemprela pena cambiar de sofá? ¿Puede ser preferible renovarlo? ¿Hay casos en los que no es posible renovar un sofá con una funda? Para responder a estas preguntas hemos elaborado una lista de razones para cambia de sofá y también una lista de razones para no hacerlo, aprovechando el viejo sofá gracias a las fundas universales que lo dejarán como nuevo.

Tres razones para cambiar de sofá

-Porque la estructura esté dañada: Es la principal razón para cambiar de sofá. Si la estructura está dañada el sofá ya no será cómodo y es el momento de retirarlo para comprar uno nuevo.

-Porque quieras un sofá con otra forma: Esto tampoco lo arregla una funda, si tienes un tresillo y quieres un chaise longue o si tienes un sofá esquinera y prefieres un diseño recto tendrás que cambiar tu mueble.

-Porque la tapicería esté muy dañada y quieras lucirlo sin funda: Es una buena razón también pero para que el nuevo sofá dure lo que tiene que durar no olvides poner una funda desde el primer momento.

Tres razones para no hacerlo

-Se adapta muy bien a su espacio: Tal vez se trate incluso de un sofá hecho a medida para un hueco concreto. Una funda evitará que tengas que cambiarlo solo porque su tapicería no está suficientemente cuidada. Disfrutarás de tu sofá mucho más tiempo y podrás renovar su imagen tanto como desees.

-Todavía tiene años de uso: Si tu sofá tiene una buena estructura y todavía es muy cómodo, tiene por delante muchos años de uso. Disfruta de tu sofá colocándole una funda y sácale todo el partido renovando su imagen.

-No quieres gastar innecesariamente: Tal vez tus hijos son todavía pequeños y comprar un sofá muy bueno sea una mala idea porque acabará destrozado con sus juegos. Coloca una funda a tu viejo sofá y aguantará mucho trote. Más adelante, cuando los niños sean un poco mayores, podrás plantearte si comprar un sofá nuevo que se respetará más.