El sector inmobiliario en 2018

La sector inmobiliario en 2018 será testigo del crecimiento continuo de la compraventa de viviendas. En la actualidad, la compra de inmuebles en Mallorca no ha dejado de aumentar y, con ello, la previsión del aumento de precios de pisos para 2018.
 A falta de datos del último mes, la compra de viviendas en Mallorca no ha parado de crecer durante el 2017. Estos datos son muy positivos para las inmobiliarias en Mallorca y se prevé que en 2018 seguirán un crecimiento moderado. 
El último trimestre contabilizado muestra un aumento del 14 %., siendo la capital Palma, sin duda alguna, la ciudad del archipiélago balear con mayor crecimiento. Con estos datos, se espera que el mercado seguirá siendo fructífero para el sector inmobiliario durante el próximo año.

Particulares, empresas e inmobiliarias saldrán beneficiadas enormemente de esta tendencia. Esto se debe a que obtienen beneficios de la compra y venta de viviendas.
En definitiva, los ingresos derivados de este tipo de operación seguirán aumentando positivamente.

Evolución del sector inmobiliario en Mallorca en 2018

El archipiélago balear ha comenzado este año 2018 siendo la comunidad autonómica en la que adquirir una vivienda nueva es más difícil, comprar un piso en Palma de Mallorca representa los ahorros de muchos años para un ciudadano medio. Esta afirmación tiene su base y es extraída del último informe elaborado por la sociedad de tasación. A los ya conocidos problemas generales para las personas de adquirir una vivienda nueva se le añade que en la isla un lugareño debería duplicar los años de pago de la vivienda en comparación a otra persona que resida fuera del archipiélago.

Este estudio ha sido elaborado por la asesora inmobiliaria y pone de relieve los precios sorprendentemente elevados de la isla. En líneas generales, Mallorca es la cuarta comunidad con los precios más elevados del país en cuanto a compra de viviendas. 
Finalmente, destacamos que se confirma que la media de los sueldos de los residentes en Baleares han perdido poder adquisitivo en los último años. En definitiva, viviendas más caras y sueldos más bajos que complicarán la compra de residencias.