La evolución en el negocio de la chatarra de hierro

El trabajo de las chatarrerías es más complejo de lo que parece. La maquinaria usada ha evolucionado con el fin de cuidar el medio ambiente y rescatar el máximo porcentaje posible de metal. Si bien es cierto que el precio de los metales hace unos años provocó una caída de empresas chatarreras, muchas de ellas se mantuvieron con el desmontaje de la industria que iba desapareciendo y, actualmente, han logrado recuperarse gracias el desarrollo de técnicas propias.

Las empresas chatarreras mantienen las inversiones en tecnología para cumplir con la legislación medioambiental europea, que cada vez es más exigente con el porcentaje de recuperaciones a realizar. La investigación en este aspecto no se detiene, por lo que la inversión para este fin sigue creciendo, a pesar del descenso de los precios de la chatarra de hierro, entre otras. Y todo esto en un contexto modificado recientemente por el cambio de rol de China, pues ha dejado de ser el gran comprador en este mercado y por los chatarreros ilegales que han proliferado debido a la crisis económica.

En Madrid, una de las empresas chatarreras con mayor trayectoria es Recemsa, El Chatarrero, donde acumulan más de 60 años de experiencia al servicio de la recuperación y tratamiento de los metales. Con un amplio abanico de servicios y recogida de chatarra de hierro, plomo, acero, níquel, etc. su equipo ha conseguido evolucionar a lo largo de los años, logrando crear técnicas propias que le han permitido ajustar el precio al máximo.