¿Cómo son los Brackets Autoligables?
Actualmente existen muchos tipos de brackets diferentes y en este artículo vamos a hablar de uno de los más solicitados por los pacientes y de los más queridos por los propios dentistas, los brackets autoligables.
Esta clase de brackets tienen la peculiaridad de que a diferencia de los normales, no necesitan ligaduras externas para unirse al arco metálico.
Dicho de otra forma: los brackets necesitan unirse o "ligarse", al arco metálico de alguna manera y lo habitual es que se haga mediante gomas o alambres. Esto es lo que se conoce como ligadura y es algo que con esta clase de brackets no ocurre.
Al ser autoligables (como su propio nombre indica), se ligan por sí mismos al propio arco metálico gracias a su diseño avanzado.
Esto puede parecer una diferencia sin importancia, pero en realidad tiene muchas ventajas.
Para empezar, la higiene del paciente durante su tratamiento de ortodoncia, será mucho más fácil. Esto se produce gracias a que su aparato no va a llevar gomas que puedan acumular residuos y dificulten el proceso de cepillado.
Además, esta clase de brackets ocupan menos en la boca lo que hace que aumente la comodidad del paciente y mejore el aspecto estético del aparato.
Al mismo tiempo, el procedimiento de ajuste periódico del aparato será mucho más sencillo para el dentista, lo que hará que las sesiones sean mucho más rápidas y cómodas tanto para el ortodoncista como para el propio paciente.
Pero sin duda la mayor ventaja es que con esta forma de ligado, se va a reducir la fricción entre los brackets y el arco que aplica las fuerzas para enderezar los dientes.
Esto último se traduce en que el avance del tratamiento será mucho más rápido y eficaz con los brackets autoligables, lo que puede hacer reducir los tiempos y acelerar el proceso.
Hay que tener en cuenta que todas estas ventajas tienen un precio y es que los brackets autoligables son un poco más caros que los tradicionales, aunque la diferencia realmente merece mucho la pena.
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