¿Qué pasa con los juguetes sexuales durante el sexo?

Últimamente he estado sin pareja y he decido que además de andar en eso de conocer gente nueva, también voy a darme prioridad a mí misma y dedicarme un tiempo a mí absoluto placer en solitario, así que el fin de semana anterior, que ha amanecido una preciosa mañana me he puesto por la labor de darme un par de buenos orgasmo. Empiezo el día normal de un sábado por la mañana, salvándome de la rutina del trabajo y me dejo el pijama que consiste en un pequeño bikini y una camiseta amplia.

Desde siempre me he declarado una aficionada de los juguetes sexuales, de hecho mi colección cuenta con variedad de ellos, desde dildos de buen tamaño, balas vibradores, huevos vibradores y montones de lencería erótica, he descubierto que con sólo eso puedo alcanzar mi placer y dar placer a mi pareja. Como ya he dicho, la mañana estaba tan tranquila que mis ganas de sexo empezaron a aflorar, me tendí sobre el sillón y empecé a jugar conmigo misma sobre la ropa, luego alcancé la bala vibradora y me catapulté al orgasmo, así estuve casi hasta al medio día.

Sin embargo, cuando comienzo a conocer gente nueva, me pasa algo por demás curioso, siempre necesito de más estimulación para ir tirando, sentirme usada y provocada es una de mis grandes pasiones y ya en plan de guerra, decidí tomarme la tarde para preparar mi cuerpo para aventuras más sociales, me di una larga ducha y luego decidí prepararme completamente para salir a penas la tarde comenzará a caer, ya saben, la rutina de belleza de una mujer, puede durar tanto como uno decida, así que me preparé con mi mejor atuendo para salir, algo de lencería ropa oscura y encima un entallado vestido rojo corto, para robarme las miradas de todos.

¿Qué pasa con mis juguetes sexuales durante el sexo?

Pues bueno, he decidido que como me encuentro en plan de conocer gente nueva, por demás están los protocolos, en el bar hago contacto con varias personas, hasta que un hombre como diez años más grande que yo, me llama la atención, nos enrollamos y vamos a mi casa, durante el camino, le cuento algo sobre mis perversiones y apenas llegamos al apartamento, me pide que le enseñe como me doy placer a mí misma con mi juguete favorito… encantada me subo el vestido y me preparo con mi huevo vibrador… esta noche promete.