Coronas funerarias para despedir a nuestros seres queridos

Y quizás, la corona de flores viene a ser como el último regalo que hacemos a quien se va, un homenaje a todo lo vivido con él o ella. Una forma de adornar un momento triste, el de una despedida, pero, con la esperanza puesta en que nos volveremos a encontrar.

Las flores adornan y acompañan momentos felices (cumpleaños, aniversarios, bodas, bautizos...) pero también están presentes en los funerales.

Todos los seres vivos tienen un cuerpo físico que, desde que nace, inicia un proceso de envejecimiento progresivo que finaliza con la muerte. Es curioso que casi siempre se trata de buscar un sinónimo para la palabra muerte, una palabra que dulcifique ese sentimiento que nos produce pronunciarla.

La muerte es un proceso natural y como tal hay que verla. El dolor y el sufrimiento asociado a esta circunstancia, sería más bien, por el hecho de echar de menos a quien se ha ido, de no tenerlo más a nuestro lado, que al hecho natural de la muerte en sí.

Una corona de flores en un tanatorio hace que el espacio no resulte tan frío y gris. El olor de las flores, el color, la belleza en la disposición de cada elemento que conforman las coronas funerarias, dan un toque de calidez a ese habitáculo donde nunca nadie querríamos estar.

Flores para tanatorio que encierran sentimientos, recuerdos y un, nunca olvidaremos a aquella persona que fue esencial y muy importante en cada momento de nuestra vida juntos. Una persona a la que siempre nos unirá el amor y el cariño y que sabemos que, de una forma u otra, no se ha ido para siempre, porque las personas a quienes amamos nunca dejan de existir, siempre quedan en nuestros corazones. Corona de flores para un eterno recuerdo.