¿cómo funciona una planta de reciclaje de metales?

En primer lugar, la separación comienza en los diferentes contenedores ubicados en distintos puntos de los municipios para facilitar el reciclaje. En el caso de los metales, se requiere de una chatarrería para gestionar este tipo de residuos, debido a las distintas procedencias del material. Existen gestores de residuos de metales que ofrecen múltiples servicios para facilitar el proceso de reciclaje a sus clientes, como el transporte del material gratuito o la renovación de contenedores de residuos metálicos cuando estos son completados, entre otros.

Cuando los residuos están en las correspondientes plantas de reciclaje, se separan y clasifican en función de los tipos de metales a los que pertenecen, además de distinguir las aleaciones. Esta labor queda en manos de un equipo experto, que analiza la pureza y calidad de los metales para proceder a su clasificación. Esta se realiza mediante inspección visual, tras haber realizado la correspondiente pesada con el fin de proceder al pago por la carga recibida. Si los metales tienen grandes dimensiones, la manipulación se hace de manera mecánica, donde se cortan o se empaquetan según sus características y el destino. Aquellos residuos que no puedan ser reciclados por falta de calidad, serán gestionados de manera correcta para evitar daños al medio ambiente.

La recuperación de los metales por una planta de reciclaje es beneficioso para el medio ambiente, ya que se reducen las extracciones de materia prima y, por lo tanto la emisión de gases tóxicos a la atmósfera. Además de ser un proceso menos lesivo para la biosfera, también consigue abaratar los costes de los productos que se fabrican con la materia reciclada. Por ello, toda la sociedad debe seguir colaborando en este ciclo del reciclaje.