Las torrijas madrileñas: un postre premiado

Uno de los grandes objetivos de las pastelerías industriales de Madrid es siempre intentar que sus productos típicos por excelencia, en este caso, las torrijas, siempre tengan un puesto especial en sus locales o industrias, e incluso, en los concursos culinarios que se celebran a lo largo del año por todo el territorio español e internacional. Y es que las torrijas se han convertido en un producto de alcance internacional y eso es una ventaja, aunque también una desventaja, ya que al tener esa repercusión fuera de las comunidades españolas, hay que marcar la diferencia con cada año que pasa, manteniendo así un producto de decenas de años a la altura de la nueva cocina especializada en lo dulce.

Eso sí, no hay que olvidar el postre tradicional en pos de una innovación, en la que a veces se puede perder la esencia original con la que esa receta vio la luz por primera vez. Y es por ello que durante la Semana Santa, según datos de la ASEMPAS (Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de la Pastelería de Madrid), los escaparates y repisas de alrededor de 3.000 establecimientos se abarrotan de estos dulces tan típicos.

Y en base a esto, se celebra el concurso o certamen en el Centro de Innovación Gastronómica, en el cual las fábricas de pastelería pretenden dar una vuelta de tuerca al postre típico de la forma más sutil y elegante posible, pero siempre manteniendo la esencia madrileña original. Y es aquí donde ha destacado una de las grandes recetas en base a este postres: las torrijas sin gluten. ¿Y qué tiene de especial este plato? Pues que, actualmente, aumenta el número de personas con algún tipo de intolerancia gastronómica y crear un postre que permite una accesibilidad casi universal es algo digno de alabanza, ya que mucha gente celíaca no podía permitirse disfrutar de un postre que seguramente le haya encantado toda su vida.