¿De qué están hechos los tanques de almacenamiento de agua?

·         Hierro: Son los tanques de almacenamiento de agua que encuentras en los paisajes industriales que a veces verás junto a las autopistas. Sirven para almacenar enormes cantidades y, en algunos casos, se emplean para la refrigeración en diversas fábricas o centrales de energía.

·         Concreto: Usado más en zonas menos desarrolladas. En los últimos tiempos ha caído en desuso debido a su fragilidad y a que no presta un buen servicio de mantenimiento del líquido puesto que, en su interior, tienden a crecer algas.

·         Fibra de vidrio: El almacenamiento de agua con este tipo de tanques es mucho más limpio. Quizá estemos ante el material más conveniente de todos los aquí aportados. El único problema visible es que los fabricantes de este tipo de tanques suelen producirlos en tamaños pequeños o medianos.

·         Plástico: Son los más neutros en cuanto al mantenimiento del agua. Además de ser la tipología más usada a lo largo y ancho del planeta, no permite la proliferación de gérmenes que puedan dañar el contenido.

De esta manera, los distintos materiales con los que se construyen estos tanques de almacenamiento de agua, responden a distintas necesidades ya sean de acopiamiento o distribución. Algunos, incluso son artesanales realizados con materia orgánica. Estos ejemplos pueden verse en distintas zonas agrícolas del mundo, sobre todo en los continentes africano y asiático.

La labor que ejercen los distintos tipos de tanques para el almacenamiento del agua es vital, sobre todo, para el sector primario. Son responsables instrumentales de la gestión de este recurso y su avance  y progreso técnico supone la mejora de muchos de los productos que consumimos en el día a día.