El delicado y difícil trabajo de repostería

Esto se aplica a todo tipo de repostería, tanto a la artesanal como a cualquier fábrica de pastelería industrial. No cabe duda que, en el primer caso, nos encontramos con mucha más frecuencia una obra de arte nunca antes vista, ya que es el repostero o la repostera particular quien imprime a su creación su sello personal. Sin embargo, aunque las pastelerías de industria produzcan en masa, lo hacen siempre según un modelo o patrón básico y, ese modelo, también ha sido creado por una persona experta. Por lo tanto, no debemos desdeñar el trabajo realizado en la creación de tartas, dulces o pasteles, provengan de donde provengan.

Si nosotros mismos empezamos a hacer nuestros pinitos en esto de la repostería creativa, nos empezaremos a dar cuenta de verdad de cómo se trata de un trabajo difícil que hay que halagar siempre. Por ejemplo, no es sencillo trabajar con el fondant de colores, normalmente la base para la creación repostera con objetivos artísticos. Tampoco es sencillo dar a nuestros roscones de Reyes caseros un aspecto mullido, redondo, tierno, colorido y apetecible, que es el que suelen tener los roscones tanto artesanales como industriales. Se trata de un trabajo pesado, en cuanto a que debe ser delicado y en su desarrollo debemos poner mucho cuidado y también mucha sensibilidad.

Por todos estos motivos, la repostería es un trabajo pesado y admirable. Si tenemos en cuenta lo que hay detrás a la hora de degustar un dulce o una tarta, seguramente lo disfrutaremos mucho más.