Importancia de usar un buen refrigerante para tu coche
El buen funcionamiento de un vehículo requiere 3 cosas, mantenimiento preventivo, cuidado durante su uso y vigilancia del estado de las piezas del mismo. Lo interesante es que cada vez que dedicamos un poco de nuestro tiempo y atención a una de estas labores en realidad realizamos las 3. A continuación analizaremos una que pocas veces se ve tan importante: la elección de un buen refrigerante.
¿Por qué es tan importante prestar atención al refrigerante? Porque esta solución química es lo que el motor sufra daños a consecuencia de recalentamiento durante su uso. De no contar con este elemento el vehículo completo sufriría las consecuencias de la subida de la temperatura del motor. Pero, ¿no puedo usar cualquier refrigerante?
No, cada vehículo tiene sus características, lo mismo aplica para cada motor, así que el refrigerante, así como otros elementos, debe ser el adecuado según los requisitos que exija el vehículo.
Como funciona
Todos los vehículos cuentan con un sistema de enfriamiento que se compone de:
Ventiladores
Mangueras
Ventilas
Radiador
A través de estos elementos se logra que el refrigerante circule y enfríe el motor. Este pasa por el motor, absorbiendo el calor que el mismo desprende por su actividad y llevándolo al radiador luego de abandonar el motor. El radiador se encarga de capturar el calor que el refrigerante extrajo y lo expulsa del automóvil.
Como nos cuenta Ricardo B. de iCars Talleres, gracias a este proceso el motor puede seguir trabajando y no es necesario hacer pausas a causa de la elevada temperatura que presentaría en ausencia de este sistema. Pero hay algo que debemos resaltar: el buen funcionamiento de este sistema impedirá que el motor se detenga por sobrecalentamiento. Si llega a detenerse por esta razón algo no está funcionando bien.
¿Qué podría fallar?
Los refrigerantes son mezclas de diferentes compuestos a los que se les denomina los aditivos. Dichos aditivos son:
· Nitratos: permiten la circulación del refrigerante en el motor al facilitar su fluidez a la vez que reducen la corrosión en el mismo.
· Silicatos: son especiales para motores de aluminio. Cumplen la misma función que los silicatos pero actúan mejor en esta clase de motores y sus sistemas de enfriamiento.
· Carboxilatos: un aditivo que reduce el óxido del motor. Es uno de los más comunes en los refrigerantes.
· Boratos: es un aditivo cuya función es incrementar la humedad del refrigerante lo cual ayuda en su circulación.
Las características de estos aditivos nos dejan ver que algunos se encuentran comúnmente en los refrigerantes, otros no, pues se adecuan más a un tipo de máquinas que otros. Por lo tanto, el utilizar un refrigerante diseñado para una maquina con menos capacidad puede provocar averías al ser este insuficiente para lo requerido por el sistema.
Por esta razón debemos saber que refrigerante necesitamos y para esto debemos conocer la capacidad de nuestro motor. Además debemos tomar en cuenta el nivel del mismo pues el uso de refrigerante puede llegar a ser un factor crítico para la duración del motor ya que sin este los componentes metálicos pueden llegar a fallar por sobrecalentamiento.
Precauciones
En primer lugar debemos recordar que como todos los elementos químicos, el refrigerante es tóxico. Por esta razón es necesario mantenerlo fuera del alcance de niños y mascotas, así como de fuentes o depósitos de agua potable. A nivel mundial las agencias de salud y protección ambiental recomiendan reciclarlo por esta razón.
Además el uso de refrigerante reciclado puede beneficiar al motor ya que en este estado tiene niveles reducidos de cloratos luego de reciclarse. Sin embargo debe evitarse mezclar diferentes tipos de refrigerantes por las razones que ya hemos mencionado anteriormente. ¿Cuáles son estos tipos?
Tipos de refrigerantes
Si bien hay un refrigerante que se puede denominar Standard o común, el cual se compone de una combinación de glicol etileno y agua en una proporción 50/50 y otra en base a glicol propileno y agua en una proporción similar, mezcla que es menos toxica.
Pero existen otros tipos de refrigerantes que se diferencian de por sus aditivos, entre estos destacan los siguientes:
· Anticorrosivo: ayudan a refrigerar a la vez que disminuyen e impiden la corrosión de las piezas. Tienen diferentes grados de concentración por lo que es posible elegir uno acorde a la necesidad de cada motor.
· Agua desmineralizada y agua verde: el factor común es el agua, la diferencia está en lo que contiene o de lo que carece cada líquido. La primera tiene una ausencia plena de minerales mientras la segunda contiene colorantes y aditivos que protegen el motor, ambas son muy recomendadas para motores antiguos que ya muestran síntomas de corrosión.
· Anticongelante: ideal para climas fríos. Sus aditivos permiten su libre circulación al evitar que el líquido se congele incluso a temperaturas inferiores a 0º.
¿La opción ideal? Queda de nuestra parte verificar esto al comparar las características de nuestro motor, su edad, el clima al que se enfrentara y las condiciones a la que lo llevamos.
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AUTOR: Jaime Huerta Pérez
EN: Transportes