¿Por qué a los españoles nos gusta tanto disfrazarnos?

En despedidas de solteros, en cumpleaños, en Carnaval  y en Halloween o para entrar el año con buen pies, siempre hay un momento para hacer realidad nuestras más locas ideas y disfrutar de un buen rato en compañía de nuestros amigos.

Dime qué disfraz eliges y te diré cómo eres ¿Será cierto?

Hay muchas opiniones sobre el uso de los disfraces. Lo cierto es que la idea cuenta con más simpatizantes que detractores. En España nos encanta no tener que esperar a temporadas como Carnaval y Halloween para sorprender con nuestros trajes.  Las fiestas privadas también son una excusa perfecta para echar a volar nuestra imaginación.

Las temáticas son diversas. Algunos psicólogos piensan que la elección del disfraz puede reflejar algún rasgo de nuestra personalidad o quizás algo totalmente contrario a lo que somos y que, a través de ese atuendo fuera de lo normal, podemos mostrar aunque sea por un día. 

En mi tienda de disfraces favorita siempre consigo variedad; desde trajes completos hasta complementos que son muy utilizados, por ejemplo, en las despedidas de soltero o los cumpleaños.

Los disfraces grupales son una opción bastante interesante y divertida. Con mi grupo de amigos solemos escoger una temática en la que podamos ser distintos personajes de una película o serie de televisión.

También puede ser nuestro lado opuesto

Puede que el disfraz refleje algún rasgo de nuestra personalidad. Por ejemplo, si somos arriesgados nos encanta ser algún súper héroe. Hay mujeres que explotan su lado sexy con disfraces como los de Cleopatra o su lado más sutil con trajes de princesas. 

Pero también puede ocurrir que escojamos un disfraz totalmente opuesto a nosotros y que de alguna manera busquemos burlarnos de aquello que nos causa mucho temor, como en el caso de los disfraces de terror.

¿En qué fecha nos disfrazamos más en España?

Realmente no es necesaria una fecha en especial para divertirnos con un disfraz, aunque sí hay épocas del año en las que se estila más hacerlo como en Carnaval y en Halloween. En el primero, los disfraces son más coloridos y fantasiosos, mientras que en el segundo apuntan más hacia las temáticas de miedo y terror, pero todo se decide al final por el gusto personal.

¿Qué tal convertirnos por un día en ese personaje que tanto miedo nos causó en las películas de pequeño? ¿O más bien aquel por el que sentíamos admiración? Las dos opciones son válidas siempre que el objetivo principal sea pasar un rato distinto, entre bailes y diversión.

Tanto a los niños como a los adultos nos encanta disfrazarnos porque es una manera de salir de lo cotidiano, de dejar a un lado los problemas y las preocupaciones de la vida y pasarnos un rato ameno en compañía de familiares o amigos. Seguro que a ti también te gusta disfrazarte ¿verdad?