Formas de convivir con el Covid-19 en la “nueva normalidad”

Surgen dudas acerca de lo que nos deparará el futuro más próximo con los importantes cambios que va a suponer esta fase que en principio se puede alargar hasta que algún laboratorio de con la vacuna que logre neutralizar el virus. En una cosa están todos de acuerdo: nuestra rutina anterior a la pandemia se va a ver modificada.

Convivencia familiar

Es importante mantenerte informado, cuidando las fuentes y evitando medios alarmistas o noticias con objetivos incendiarios que buscan el clickbait. La sobreinformación no es buena consejera, por lo que de vez en cuando tienes que dejar los informativos a un lado y centrarte en el entretenimiento, tanto en familia como individual (lectura, series, pasatiempos, etc.).

Con el confinamiento hemos aprendido a sacar provecho de estas situaciones. Ahora pon en práctica aquello que aprendiste durante estos meses y compártelo en familia. De todos modos, la nueva normalidad también nos ofrece la opción de juntarnos con amigos y familiares en entornos diferentes, siempre y cuando se respete la distancia social, ¡y con mascarilla!

De vuelta a casa, es aconsejable establecer un calendario con horarios predeterminados para organizarte mejor y tener ciertas tareas programadas. Esto puede ser de gran ayuda cuando tienes hijos, que merecen un tiempo de descanso y ocio, pero también es conveniente compartir en familia (juegos, cocina, deporte, etc.).

Recomendaciones para una buena alimentación

A medida que hemos ido avanzando de fase, hemos podido volver a la rutina alimentaria anterior al Covid-19. El confinamiento ha hecho que incremente el consumo de azúcares y grasas saturadas, seguro que te ha dado también por la repostería o por la comida rápida. Es algo que de manera puntual nos lo podemos permitir, pero convertirlo en habitual es muy peligroso para la salud.

Comer sano te ayudará a estar de mejor humor y a sentirte más activo. Asimismo, de esta forma puedes evitar ciertos achaques y estarás más fuerte ante la amenaza de la pandemia, ya que el Coronavirus no distingue de edad, raza o género. Una alimentación sana y equilibrada, con una alta dosis de frutas y verduras, es lo ideal.

Además, puedes suplementar tu dieta a base de complementos nutricionales. Así garantizarás la ingesta de ciertos nutrientes que te pueden aportar los comprimidos compuestos por vitamina C, por ejemplo. Mantener las defensas protegidas es fundamental para hacer frente a este virus, o a cualquier otra enfermedad. Busca el suplemento nutricional que mejor se adapte a tus necesidades y compleméntalo con una dieta variada.

Controla el estrés

¿Sabías que el estrés es una de las mayores preocupaciones sanitarias en el mundo? Está subiendo como la espuma, principalmente en los países occidentales. Esto no quiere decir que el Covid-19 haya hecho que disminuya la ansiedad en nuestra población, probablemente haya ocurrido todo lo contrario, pero este es el momento de poder cambiarlo.

Nuestra sociedad necesita un cambio de chip, tomarnos la vida con otra filosofía. Más pausas, más momentos para nosotros mismos y una reducción importante de prisas. Quizás no sea tan importante tenerlo todo planificado y atado, esto lo hemos podido aprender meses atrás con la cancelación de eventos, reuniones, vacaciones, etc.

Es imposible tener todo bajo control, y para no crearnos un estrés innecesario, debemos improvisar dentro de nuestras posibilidades. Sácale partido a la incertidumbre y déjate llevar por el presente.

Punto de inflexión

La “nueva normalidad” nos va a dar la oportunidad de juntarnos con amigos en una terraza, ir de compras o hacer alguna escapada. Esta oportunidad también se puede aprovechar para disfrutar de lo cercano, de lo cotidiano, aquello que antes no valorábamos lo suficiente y dábamos por hecho.

Esto no significa que tengas que dejar a un lado tus sueños o dejar de practicar las actividades de antes del Covid-19. Probablemente haya llegado el momento de disfrutar del proceso y no del resultado final. Cuidarnos los unos a los otros, respetar las normas sanitarias y sonreír, aunque sea bajo una mascarilla gris.