La droga llega a casa: quiénes son los jóvenes consumidores de drogas

Una encuesta muestra que 9 de cada 10, incluso en medio de un encierro o en una zona roja, no tuvieron problemas para encontrar drogas, salir a comprarlas o recibirlas en casa, pero si de llevar un Tratamiento para la adiccion a la cocaina.

No hay respiro. Ni siquiera cuando, en la zona roja, casi todo era imposible. El mundo cerrado de ahí fuera, la tienda abierta, junto con la posibilidad de dar rienda suelta a la propia adicción, aumentada por la soledad, el aislamiento y el miedo. La droga ha hecho negocio con la pandemia: así lo demuestran los datos del informe publicado hace apenas unos días por el Departamento de Seguridad Pública, con registros absolutos de incautaciones de cocaína y sustancias sintéticas en el año del encierro. Sobre todo, con la pandemia, las drogas se han cobrado nuevas víctimas: no en las calles, donde las muertes por sobredosis han vuelto a descender ligeramente este año (308 en 2020, 66 menos que en 2019), sino en los hogares, en la vida normal, entre ordenadores y teléfonos móviles, con todo a un clic de distancia: cocaína para fumar (la moda del momento), cannabis (consumo disparado), benzodiacepinas (muy fáciles de conseguir con la excusa de la ansiedad del encierro). Adicciones a punto de estallar en el retorno a las relaciones sociales, con los resultados en términos de violencia que ya estamos midiendo en las últimas semanas. Como cada año, el Observatorio de la Drogadicción de San Patrignano nos habla del aspecto social de este drama, con sus nuevas caras.

La comunidad realizó una encuesta específica entre los chicos y chicas que entraron en la estructura entre mayo del año pasado y esta primavera: 193 en total (de los cuales 37 se perdieron en la calle). Una cifra que se ha reducido a más de la mitad con respecto a las normas, ya que las restricciones a la acogida y la ayuda han perjudicado, lo que ha llevado a renunciar al 40% de los que estaban convencidos de pedirla y entrar en una comunidad. Y obligando a la mayor comunidad de Italia a limitar el número de ingresos de 40 a 25 al mes, debido a la necesidad de cuarentena y a las estrictas normas sanitarias. El resultado del cuestionario: 9 de cada 10, incluso en pleno encierro o en la zona roja, lo intentaron y no tuvieron problemas para encontrar las sustancias, ya sea saliendo a comprarlas o recibiéndolas directamente en casa.