Tres consejos para facilitar las prescripciones de reposo absoluto

Comenzaremos por lo más básico, la cama. Las camas para personas con problemas de movilidad o que como consecuencia de una enfermedad han de verse obligadas a guardar largas temporadas de reposo han de cumplir con ciertos requisitos. Como cabe esperar, no cualquier colchón vale para asegurar el reposo de la persona y, además, asegurarle una estancia cómoda.

Cuando una persona pasa mucho tiempo en cama comienzan a aparecer una serie de dolencias nada agradables que, por suerte, pueden evitarse adquiriendo un sistema de descanso de calidad. Las camas ortopédicas articuladas son las únicas aconsejables por los médicos para pacientes con problemas de movilidad o que han de guardar reposo durante un largo tiempo. Estos colchones garantizan la libertad de movimiento de quienes las usan y aseguran el descanso de todo el cuerpo, haciendo posible adoptar la postura más cómoda en cada momento con el fin de liberar la presión a la que sometemos nuestro cuerpo cuando pasamos mucho tiempo en cama.

Evidentemente, no cualquier colchón vale. Como tampoco vale cualquier somier. Han de haber sido especialmente diseñados para esa finalidad porque, de lo contrario, el resultado será desastroso. Por ejemplo, usar un colchón de muelles en un somier articulado sólo servirá para romper el colchón, ya que los muelles de este tipo de colchones no están preparados para soportar ese tipo de presiones. Así, por lo general, los somieres articulados estarán conformados por una serie de lamas de madera y los colchones que con más frecuencia encontraremos habrán sido fabricados de material viscoelástico por una serie de motivos que veremos más adelante.

Ya hemos hablado de la cama. Pasemos ahora a contemplar algunos detalles que merece la pena tener en cuenta a la hora de elegir un sillón.

Incluso las personas a las que recomiendan reposo absoluto necesitan moverse. Aunque sólo sea para salir del dormitorio y caminar hasta el salón, donde podrán disfrutar de una mayor vida social con la familia, visitas y entretenimiento. No permanecer siempre en una misma estancia es muy importante para la salud anímica de cualquier persona, evitando así la aparición de factores como el estrés y la ansiedad. Un sillón especialmente diseñado para ellos será como un bote salvavidas en mitad de un naufragio en alta mar.

Por supuesto, el sillón ortopédico en cuestión habrá de ser articulado y abatible para garantizar la máxima comodidad de la persona. De esta manera le facilitará no sólo la tarea de tomar asiento, levantarse o moverse, sino que le permitirá adoptar la postura que más cómoda le resulte. Y, como es de esperar, tendrá que haber sido fabricado con materiales fáciles de lavar y que faciliten una correcta transpiración para evitar el calor, la acumulación de sudor y la aparición de escaras.

Con las escaras llegamos al punto final de este artículo. Las escaras o llagas son heridas muy frecuentes en personas que se ven obligadas a pasar largas temporadas en cama. Se producen como consecuencia de la presión continuada en una zona del cuerpo o por el roce constante. Las células de la piel mueren y dan lugar a una serie de heridas particularmente dolorosas. Las zonas que con más frecuencia se ven afectadas por las escaras son los glúteos, la espalda y los tobillos. Y las personas que con más facilidad las padecen son los ancianos.

Para evitar su aparición no sólo es recomendable una higiene y una hidratación apropiada, sino que es totalmente necesaria la adquisición de un colchón y unos cojines fabricados a partir de espuma viscoelástica. Este material se adapta al peso del cuerpo, distribuyéndolo de manera uniforme por todo el cuerpo de manera que ninguna zona padezca más que el resto. Así mismo, este material es idóneo para evitar la acumulación de ácaros, es fácil de lavar y es extremadamente cómodo.