El horror de Bucha.

La población civil de Buchan, que lo único que hacía era proteger su vida y a su familia, los rusos han llegado llamando a la puerta de su hogar y entrar de forma violenta arrancarles la vida, unos han tenido una suerte y otros otra. Los más afortunados han recibido un tiro por la espalda, y los menos afortunados han sido torturados hasta donde el cuerpo humano puede aguantar, obligando a los niños a ver como violan a su madre, como le cortan la lengua para no soportar los gritos y los insultos a esos animales que someten a una mujer con los instintos más bajos y primitivos que se dan solo en los animales. No se tiene que dar una guerra para que a las mujeres las violen. En los países desarrollados y en estado de paz sigue sucediendo.

Una matanza, que ha golpeado los corazones del mundo de bien. La gente de bien es la que condena delitos de este calibre. Ante la impasibilidad de Putin, no pide perdón por lo que han hecho sus soldados rusos bajo sus ordenes. La frialdad que expresa su rostro y su mirada, deja latente que es lo que quiere, aniquilar a un pueblo desarmado a los que han cogido desprevenidos y su corazones han dejado de latir por muerte violenta a manos de un ejercito, de rusos.

La expresión del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha cambiado de la noche a la mañana, al visitar la ciudad de Bucha y ver ese horror. Ha envejecido diez años.

Solo queda esperar la caída de Putin, para dejar de hablar de muerte provocada por los asesinatos cometidos a sangre fría. Por ser el responsable directo de esta guerra.

La unión hace la fuerza. Tod@s contra Putin.

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