Caries: causas y tratamientos

Por lo general, estas son causadas por la destrucción de los tejidos duros de las piezas dentales, debido a la presencia de placa bacteriana, ocasionada por el tipo de alimentación que ingerimos, como son las bebidas azucaradas, y por la mala higiene dental. Esta última es una causa muy frecuente. Cuando no nos limpiamos los dientes correctamente, las partículas de comida se atascan entre los dientes y muelas y comienzan a deteriorarse. Las bacterias presentes en las partículas descompuestas, finalmente comienzan a comer a través del esmalte, formando pequeñas cavidades que a menudo pasan desapercibidas. Este proceso, cuando no se trata, pasa a la dentina que tiene terminaciones nerviosas, lo que causa sensibilidad y dolor, en especial cuando tomamos cosas frías o calientes.

Cuando se detectan las primeras molestias, es urgente visitar al dentista. Si esperamos demasiado, las caries empeorarán y comenzarán a causar más problemas importantes a largo plazo. El dentista diagnosticará la cavidad mediante una radiografía. Una vez determinada la presencia de caries, determinará el tratamiento más adecuado.

Tratamientos

Este dependerá de la naturaleza de la propia carie. Las pequeñas y poco profundas, se subsanan con empastes dentales. Si no ha penetrado demasiado en el esmalte de su diente, un simple tratamiento con gel de flúor puede ser suficiente para detener la caries de su camino. Si la cavidad es más profunda, se usará un relleno de composite o amalgama. La restauración de grandes caries implica el uso de incrustaciones dentales. Esto se usa cuando el daño excede el uso de empastes peno no justifica el uso de coronas. Es fundamental actuar con prontitud, pues si la infección continúa extendiéndose, es posible que deba someterse a un tratamiento más extenso para evitar la pérdida de piezas, siendo las más habituales una endodoncia o una corona.

Prevención

Para prevenir el dolor de caries, se debe mantener una higiene dental adecuada. La limpieza regular de los dientes después de las comidas es imprescindible para ello. Utilice siempre un cepillo de dientes con cerdas suaves. Esto ayudará a eliminar todas las partículas de comida que se atascan entre los dientes y que eventualmente provocan caries. Usar hilo dental dos veces al día también es importante para eliminar aquellas partículas diminutas que no pueden alcanzarse con el cepillo de dientes.  

La alimentación también influye en la aparición de caries. Como dijimos antes, hay que evitar los alimentos azucarados, pues estos a menudo se atascan entre los dientes y se introducen en las pequeñas caries, y causan dolor. Además, los que son de textura “pegajosa”, son aun más nocivos, pues permanecen más tiempo adheridos a nuestra boca.

Y por supuesto, es necesario realizar revisiones dentales periódicas. Esto ayudará a detectar problemas aun antes de que usted siquiera lo sienta, como pequeñas caries, y podrá darlas una atención temprana.

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