Cultivo de rosas, lo que debes saber

Las rosas pueden subdividirse en 6 grupos: rosas botánicas (que crecen silvestres en la naturaleza), rosas antiguas (híbridos de variedades botánicas con una fragancia muy intensa), las llamadas rosas modernas o híbridos de Té (de origen oriental), rosas en miniatura, rosas trepadoras y rosas de arbusto.

Gracias a las numerosas variedades, de diferentes colores y tamaños, las rosas son adecuadas para incluirlas en cualquier espacio verde, desde los jardines, donde pueden decorar parterres o crecer en pérgolas o a lo largo de vallas, hasta las terrazas y balcones, donde pueden cultivarse fácilmente en macetas.

Hay especies que también están adaptadas a los climas fríos, como la Rosa rugosa, por ejemplo; muchas variedades no toleran temperaturas excesivamente altas (por encima de los 30°) y requieren una exposición a media sombra. La oferta es realmente amplia y optando por un género de rosas que se ajuste a nuestras necesidades seguro que encontraremos la que nos conviene.

Los rosales necesitan un suelo fértil y rico en sustancias orgánicas, por lo que requieren la adición de un abono específico o estiércol maduro, gracias al cual estarán más sanos y producirán más flores, y abonándolos periódicamente los haremos más resistentes a los parásitos y a las enfermedades fúngicas estacionales.