Usos y beneficios de la parafina

Lo primero que debemos tener claro es qué es la parafina. Se trata de una sustancia que se obtiene cuando se mezclan ciertos hidrocarburos que se usan con fines terapéuticos.

¿Cuáles son algunos de sus beneficios? Su uso es muy recurrente en clínicas de fisioterapia, ya que actúa como estimulante de la circulación de la zona a tratar, pues el calor produce una vasodilatación, es decir un incremento del diámetro interno de los vasos sanguíneos. También ayuda a que disminuya el dolor en las articulaciones causado por enfermedades reumatológicas. Y en lo que tiene que ver con fines estéticos, posee un alto poder de hidratación para la piel.

Dadas estas características tan positivas para la piel y el cuerpo, la parafina se usa en los centros de rehabilitación y fisioterapia para tratamientos referentes a dolor articular de manos, muñecas, etc., debido a artrosis y/o artritis. También cuando hay contracturas musculares e inflamaciones de los tendones.

Pero también la parafina se usa para fines estéticos. Como por ejemplo tratamientos faciales. La parafina repone la piel e hidrata incluso la piel más seca. Es excelente para hidratar la piel y despertar la piel envejecida, así como la piel dañada por el sol.

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