Mostrador: la mejor manera de montarlo

 


Cuando se decide poner en marcha un nuevo establecimiento, un aspecto crucial, que debe cuidarse hasta el último detalle, son los mostradores para tiendas de ropa. La razón es sencilla: es el eje en torno al cual gira toda la empresa, tanto para el personal como para los clientes. 


 


Tanto si se trata de una pastelería, una heladería, un bar o un restaurante con zona de cafetería o para el aperitivo, el mostrador del bar debe ser capaz de resultar atractivo, además de cumplir con diferentes tipos de requisitos, higiénicos, comerciales y de confort.


 


La elección del mostrador del bar es, por tanto, algo que hay que definir con cuidado. Veamos cómo es posible crear un espacio eficiente y agradable en todos los sentidos.


 


Mostrador de bar: un espacio capaz de atraer a los clientes


Un mostrador de bar tiene que ser, ante todo, bonito y acogedor, atractivo para los clientes. Esto no significa que no pueda ser también eficiente y duradera, para durar mucho tiempo. Gracias a las soluciones de diseño innovadoras que combinan el atractivo estético y la practicidad, esto es algo absolutamente alcanzable.


 


El estilo del mostrador debe tener en cuenta los demás elementos de mobiliario de la habitación, integrándose de forma armoniosa y, al mismo tiempo, haciéndose notar. Es fundamental que tenga una personalidad propia, acorde con el estilo y la imagen de la empresa, para destacar en las fotos de las redes sociales y otros canales de comunicación.


 


Un mostrador funcional para todos


La gestión del espacio es lo que marca la diferencia a la hora de organizar el mostrador de un bar, y debe ser funcional para todos, para los clientes y para el personal que trabaja en él. Las cosas cambian dependiendo de si el trabajo se concentra principalmente en el desayuno, el almuerzo o las horas de aperitivo de la noche.


 


En el caso de un bar que realiza la mayor parte de su actividad durante el día, el mostrador debe ser fácil de mantener libre, para garantizar la comodidad (y la rapidez) del consumo, pero también una higiene adecuada, de acuerdo con las normas HACCP. No faltarán los diversos edulcorantes y servilletas, aunque el centro será inevitablemente la máquina de café, cuya posición es preferentemente lateral, para garantizar la mayor libertad de movimientos del personal. Junto a ella habrá equipos como un exprimidor y/o una centrifugadora, una máquina de cebada y de ginseng. Una solución que no hay que subestimar, para los brioches y otros platos calientes, es una vitrina calefactada.

FECHA: a las 23:15h (411 Lecturas)

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