CÓMO ELEGIR ABOGADO: ALGUNOS CONSEJOS.
Cuando, como equipo editorial, atendemos las solicitudes de los usuarios sobre cuestiones jurídicas, también asumimos la tarea de dirigirlos con los Abogados y prevencion del blanqueo de capitales.
Sin embargo, cabe señalar que, si bien la redacción recibe preguntas sobre cuestiones bien definidas, con la misma frecuencia las preguntas que recibimos proceden de usuarios que desean una simple indicación del tipo de abogado al que deben dirigirse para resolver su problema.
Dicho de otro modo: no saben qué competencias deben tener en cuenta para elegir al profesional al que dirigirse. Por este motivo, hemos pensado en ofrecer una serie de guías útiles como orientación. La de hoy es la primera y más general, pero trataremos de dar unas primeras indicaciones sobre algunos aspectos muy concretos a los que prestar atención a la hora de decidir acudir a un abogado.
¿Civilista o penalista?
El primer aspecto fundamental es la elección entre un abogado experto en Derecho Civil (comúnmente denominado civilista) o un penalista, es decir, un abogado experto en Derecho Penal. Partamos de la base de que no basta con tener la titulación de abogado para ser apto para tratar cualquier asunto judicial. Digamos que el abogado penalista se ocupa de casos mucho más graves, que repercuten fuertemente en tu vida como víctima y como delincuente, en este último caso hasta el punto de comprometer tu libertad. El abogado civil, en cambio, trabaja en situaciones muy diversas y de una gravedad ciertamente menor, pero no por ello menor.
¿De qué se ocupa el abogado civilista?
El ámbito de actuación de un abogado civilista es muy amplio. Cuando se habla de Derecho Civil se hace referencia a un área concreta del Derecho Privado que abarca otras muchas materias. De hecho, el Derecho Civil puede ocuparse de cuestiones de derecho privado, familia, sucesiones, cuestiones administrativas (una multa de tráfico, una sanción, una hipoteca impagada) o cuestiones relacionadas con el derecho mercantil o el derecho de sociedades, por lo que incluso cuestiones relacionadas con su actividad empresarial pueden ser tratadas a través de un abogado civil. También está el derecho de sociedades y el derecho laboral, este último puede ser de interés tanto para el empresario como para el trabajador que necesita apoyo en los conflictos con su empleador. ¿Tiene dificultades con sus familiares a causa de una herencia? ¿O está cansado de las constantes disputas con su vecino, con el que comparte la propiedad de un muro lindero? Pues bien, se trata de dos asuntos de carácter privado, uno sobre herencias y otro sobre propiedad, en los que el apoyo de un abogado civilista podría serle de gran ayuda. Por todo ello, a la hora de buscar un abogado adecuado para su caso, conviene saber cuáles son sus áreas de especialización. No es casualidad que un buen abogado no oculte su experiencia, sino todo lo contrario.
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