Cómo limpiar suelo laminado sin rayarlo

¿Por qué es importante limpiar el suelo laminado adecuadamente?

Es importante limpiar el suelo laminado adecuadamente porque si se acumula polvo y suciedad, pueden rayar la superficie de este y hacer que se vea opaco y sin brillo.

Además, si usas productos de limpieza agresivos, también puedes dañar el suelo laminado.

¿Qué necesitas para limpiar suelo laminado sin rayarlo?

Para limpiar suelo laminado sin rayarlo, necesitas:

• Un trapeador de microfibra.


• Agua tibia.


• Vinagre blanco.


• Un pulverizador.

Paso a paso para limpiar suelo laminado sin rayarlo

Para limpiar suelo laminado sin rayarlo, sigue estos pasos:

Barrer o aspirar el suelo

Antes de empezar a limpiar, debes barrer o aspirar el suelo laminado para eliminar la suciedad y el polvo. Si no lo haces, la suciedad y el polvo se mezclarán con el agua y se convertirán en una pasta sucia que puede rayarlo.

Preparar la solución de limpieza

Mezcla en un pulverizador una parte de vinagre blanco y tres partes de agua tibia. Agita bien para mezclar los ingredientes. La proporción de vinagre y agua puede variar según la cantidad de suciedad que tenga el suelo.

Si el suelo está muy sucio, puedes aumentar la cantidad de vinagre.

Pulverizar la solución de limpieza

Pulveriza la solución de limpieza sobre el suelo laminado. No lo satures, ya que esto puede dañarlo. Unas pocas pulverizaciones son suficientes para limpiar el suelo.

Limpiar 

Luego, usa un trapeador de microfibra. Asegúrate de que el trapeador esté bien escurrido para evitar que el exceso de agua dañe el suelo. Límpialo en secciones pequeñas, comenzando por un extremo de la habitación y avanzando hacia la puerta. Asegúrate de limpiar todas las áreas del suelo, incluidos los bordes y las esquinas.

Si encuentras manchas difíciles de quitar, no te preocupes. Simplemente, aplica un poco más de solución de limpieza en la mancha y deja reposar durante unos minutos antes de frotarla suavemente con el trapeador de microfibra.

Si la mancha sigue ahí, prueba con una solución más concentrada de agua y vinagre blanco. Siempre evita utilizar productos químicos agresivos o raspaduras para quitar las manchas, ya que estos pueden rayar el suelo laminado.

Secar el suelo

Después de limpiar el suelo, asegúrate de secarlo bien con un paño seco para evitar que el exceso de agua se filtre en las ranuras y cause daños.

Es importante no dejar que el suelo se seque por sí solo, puesto que esto puede dejar marcas de agua y manchas.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu suelo laminado limpio, brillante y sin rayones durante años. La limpieza regular y adecuada es fundamental para prolongar la vida útil de tus suelos laminados y mantenerlos en óptimas condiciones.

¡Pon en práctica estos consejos y disfruta de un suelo laminado impecable!