Buena dicción: qué es y cómo conseguirla

Dicho de manera sencilla, se trata de cómo usamos las palabras. Consiste en la manera en la que las usamos para formar frases, tanto en lenguaje escrito como hablado. Por tanto, cuando decimos que alguien tiene buena dicción, significa que esa persona expresa de manera acertada las ideas que quiere comunicar, de forma que quienes le escuchan o leen, entiendan las palabras y frases que dice.

Es importante matizar, que cuando hablamos de entender lo que se dice, no nos referimos a que se comprenda el significado. Por ejemplo: alguien puede hablarnos de física cuántica, y aunque entendemos y reconocemos las palabras, no comprendemos qué significa su mensaje. De manera que la dicción se refiere únicamente a la forma gramatical de las oraciones y palabras.

Claro, si decimos que alguien tiene una buena dicción, es porque también se puede tener una mala dicción. En este caso, se trataría de alguien que no usa bien las palabras ni construye frases gramatical y morfológicamente correctas. En el lenguaje escrito, también incluiríamos las faltas de ortografía en una mala dicción.

Hay una serie de errores que nos llevan a tener esa mala dicción. Cosas que se suelen utilizar de manera habitual en el lenguaje, pero que impide conseguir una dicción correcta. Los más comunes son introducir vulgarismos, muletillas, exageraciones y redundancias. Otro fallo muy generalizado es el laísmo y el leísmo.

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