Causas comunes de daños en los turbos de tu coche

Mala lubricación

Sin lugar a dudas, la mala lubricación es una de las principales causas de averías en motores turbos, ya que las partes móviles del motor empiezan a experimentar un mayor roce entre sí, lo que genera un desgaste significativamente mayor, además de generar una gran variedad de daños a largo plazo. Afortunadamente, la falta de lubricantes es uno de los inconvenientes más fáciles de solucionar, por requerir únicamente de un buen mantenimiento, que consiste en cambiar el aceite periódicamente, para garantizar que las piezas del motor se mantengan lubricadas adecuadamente.

Ingreso de elementos extraños

Otra de las razones más habituales de la aparición de fallas y averías en el turbocompresor de cualquier automóvil, es el ingreso de elementos extraños, ya que este tipo de agentes pueden contaminar el combustible y el aceite o atascarse en el motor dependiendo de su tamaño, por esta razón es fundamental revisar periódicamente el filtro de aire. Entre los principales efectos generados por el ingreso de elementos extraños al turbocompresor destaca la aparición de ruidos extraños, especialmente silbidos, la pérdida gradual de potencia y las fallas de arranque, así mismo este tipo de inconvenientes puede agravarse significativamente si no se trata a tiempo.

Aceite contaminado

El aceite contaminado también es un problema bastante habitual para los propietarios de automóviles con motores turbo, por generar diversas fallas incluyendo, sobrecalentamiento y consumo excesivo de lubricante y combustible, así que es fundamental llevar a cabo periódicamente el mantenimiento necesario. Por lo general, el aceite suele contaminarse a partir de las fisuras y rupturas presentes en el filtro, de la misma manera puede verse afectado por las impurezas presentes en el motor, pero esto no es todo, debido a  que adquirir lubricantes de mala calidad también puede reducir en gran medida la vida útil del vehículo.

Juntas de escape mal instaladas

El principal propósito de las juntas de escape, es evitar la fuga de gases, a las partes del motor que deben mantenerse herméticas, por lo que cuando este tipo de componentes son mal instalados, o se salen de su posición, suelen aparecer diversas fallas tales como desequilibrio del sistema de compresión y una disminución notable de la potencia. Evitar los daños generados por las juntas de escape mal instaladas o deficientes, es sumamente sencillo si se lleva un mantenimiento apropiado, así mismo es posible detectar este tipo de inconvenientes por la aparición de silbidos durante la aceleración.