Cómo nuestro cerebro construye nuestra experiencia de la realidad

El cerebro es quien se encarga de interpretar la información sensorial que recibimos a través de los sentidos. El cerebro recibe información y la procesa en diferentes áreas para crear una representación lo más precisa posible de lo que está sucediendo en el mundo a nuestro alrededor.

Pero, ¿qué sucede si la información sensorial que recibe nuestro cerebro es errónea? Incluso en este caso, el cerebro no simplemente transmite la información, sino que intenta reorganizarla para CREAR UNA COMPRENSIÓN COHERENTE DEL MUNDO. De hecho, este proceso es lo que nos lleva a la creencia de que nuestros sentidos nos proporcionan una representación perfecta y clara de la realidad.

Uno de los mayores ejemplos de cómo el cerebro construye nuestras experiencias de la realidad es la percepción del color. La luz del sol contiene una amplia gama de longitudes de onda, y nuestro cerebro las interpreta como diferentes colores. Sin embargo, el color que vemos depende en gran medida de las condiciones de iluminación, la calidad de la visión y la percepción individual. Lo que es rojo para una persona puede ser naranja o rosa para otra.

Otro ejemplo es la percepción del sonido. Nuestro cerebro procesa diferentes frecuencias de sonido en diferentes partes del cerebro y las combina para crear la experiencia auditiva final. Pero esto también puede ser engañoso, especialmente si la acústica en la que se encuentra la persona no es óptima, o si hay distracciones o ruidos adicionales.

Incluso nuestro sentido del tiempo y la percepción del espacio es relativo. LA MENTE PUEDE CAMBIAR LA PERCEPCIÓN DEL TIEMPO según la situación, si estamos disfrutando de algo que nos gusta, el tiempo parece pasar más rápido, pero si nos encontramos en una situación estresante, el tiempo parece ir más lento.