Camino de Santiago: ¿cuál elegir?

El mítico Camino de Santiago: cientos y cientos de kilómetros que recorrer para llegar a los caminos de santiago, ciudad simbólica y destino de la peregrinación más famosa del mundo, cristiana o no.

Seguro que has oído hablar de ello muchas veces: un viejo amigo con el que hace tiempo que no tienes contacto y luego te enteras por Facebook de que se ha ido; o ese primo al que habías perdido la pista, con el que te reencuentras en una fiesta familiar y que te habla entusiasmado de la experiencia. O ves fotos locas de ese viaje y sabes que es algo que quieres hacer tarde o temprano.

Pequeñas semillas de interés y pedacitos de información. Te hacen cosquillas. Y al final decides que tú también quieres saber más.

O, como yo, has tenido este sueño en el cajón durante un tiempo: ahora es el momento de abrir ese cajón y desempolvar la idea para siempre, ¡porque esta vez va en serio!

La catedral a la que se dirige el peregrino fue mandada construir por el obispo Teodomiro ya antes del año 1000, en el lugar donde se encontraron las reliquias del apóstol Santiago. Según la Legenda Aurea, la tumba, dispersa por siglos de persecución contra los cristianos, fue descubierta por un ermitaño, gracias a unas luces como estrellas que le señaló un ángel. Este es el origen del nombre español Santiago de Compostela (Campo de la Estrella o Cementerio).

En aquella época, España estaba controlada en gran parte por los musulmanes, por lo que los primeros peregrinos, para llegar a su destino, se vieron obligados a seguir la costa norte, un territorio bajo la protección de los gobernantes cristianos. Además, era fácil llegar hasta allí en barco, por lo que ésta fue la ruta más transitada durante las primeras décadas.

Comprenderá, por tanto, que la pregunta sobre el punto de partida del Camino de Santiago sea difícil de responder, sobre todo si tenemos en cuenta que se originó en una época en la que "en el camino" se iba a todas partes. Peregrinos de toda Europa han venido a Santiago durante siglos, habiendo caminado mucho más que los kilómetros canónicos exigidos (¡y sobre todo sin avión a la vuelta!).

En realidad, todavía hoy hay personas que optan por emprender el camino desde su propia casa, pero esto implica un tipo de análisis diferente: empezando por razones que sin duda tienen algún valor, y terminando por un tiempo y unos costes que aumentan considerablemente.