El 29 de septiembre de 2023 será obligatorio contratar un seguro de RC si eres propietario de un perro

El 28 de marzo, se hizo pública en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la recién estrenada Ley de Bienestar Animal. Su principal objetivo radica en fomentar la protección y prevenir el abandono de animales en el territorio nacional.

A partir del 29 de septiembre, fecha de su entrada en vigor, esta normativa amplía la inclusión del seguro de responsabilidad civil para perros potencialmente peligrosos (PPP) a todas las razas de perros.

Qué se persigue con la implantación de este seguro

La finalidad fundamental que hay detrás de esta póliza de seguro, es salvaguardar patrimonialmente al propietario de la mascota, ante posibles situaciones como mordeduras, accidentes o daños a propiedades de terceros. Debemos tener presente que muchas veces no podemos predecir el comportamiento de nuestro perro y siempre existe la probabilidad de que una situación estresante para él, pueda desembocar en una acción agresiva que cause daños a una persona o a otro animal y encontrarnos ante una reclamación económica por daños y perjuicios ocasionados.

Esto queda establecido en el Artículo 30.3 de la norma, que dice lo siguiente: «La persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, por un importe o cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados».

Hasta ahora, disponer de dicho seguro era opcional, salvo en algunas comunidades autónomas donde era un requisito obligatorio, como en Madrid o el País Vasco.

Es importante saber, que aparte de la Responsabilidad Civil, podemos añadir más coberturas a este seguro, que mejoran la calidad de vida de nuestra mascota sin que ello suponga un sobrecoste importante en la economía familiar.

Algunos ejemplos de estas coberturas adicionales que se pueden asegurar serían por ejemplo, gastos veterinarios en caso de accidente y/o enfermedad de nuestra mascota, estancia en una residencia canina por hospitalización del propietario o indemnización en caso de fallecimiento del can, entre otras.

La ley introduce otros cambios...

La reforma de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, relacionada con el maltrato animal, trae consigo modificaciones importantes para los propietarios de animales. Primero y ante todo, destaca la exigencia de realizar un cursillo obligatorio para aquellos que deseen tener un perro como mascota. Se trata de un sencillo test relacionado con el cuidado de los animales.

Por otra parte, la Ley de Bienestar Animal prohíbe la venta de cachorros en tiendas de animales; es obligatoria la esterilización de perros, si el animal ha sido adoptado en una sociedad protectora de animales; establece un castigo para los propietarios que dejen sin supervisión a un animal de compañía durante más de tres días seguidos y aconseja la adopción antes que la compra, entre otras.