Incluir todo el cuerpo en el masaje sensual

Puede que sientas la tentación de estimular de inmediato las zonas erógenas de tu pareja, pero puede que ése no sea el camino a seguir. Los Masajes Dharma: Masajes eroticos Barcelona que vayan en aumento puede dar lugar a un sexo increíble, así como a la relajación de tu cuerpo. Eso no significa que no debas incorporar los genitales, pero ya llegarás a ellos más adelante.

Un punto que nos gustaría recomendar es el masaje del cuero cabelludo. A menudo se olvida la cabeza y el cuero cabelludo, pero algunas de las mejores técnicas de masaje sensual sobre las que leerás se centran por encima de los hombros. Tal vez por eso tanta gente dice sentir placer al recibir un champú en la peluquería, ¡aunque no se pretenda que parezca un masaje!

Pásale los dedos por el pelo, si es lo suficientemente largo. Tira suavemente desde la raíz. Frota con las yemas de los dedos en pequeños círculos al mismo tiempo. Puedes hacerlo fácilmente mientras él está sentado frente a ti o tumbado con la cabeza en tu regazo.

A partir de ahí, baja hasta el cuello y los hombros. Cuando estés detrás de él, puedes frotarle la nuca y los lados del cuello antes de pasar a los hombros. Utiliza una mano en cada hombro para masajear la piel bajo tus manos. Utiliza los pulgares para estimular con precisión los omóplatos. Dedica de diez a quince minutos a cada parte del cuerpo antes de pasar a la siguiente.

A medida que bajes por su espalda, puedes masajearle los brazos si los tiene a los lados. Si no, puedes coger cada brazo y masajearlo a lo largo. Amasa suavemente el dorso de su mano con los nudillos y no te olvides tampoco de los dedos. Gira suavemente cada dedo en tu puño cerrado.

Túmbale boca abajo para masajearle el trasero y la parte posterior de los muslos. Coge las manos como cuando masajeas los hombros de alguien, con los pulgares apuntando hacia dentro. Esta técnica de masaje sensual te permite subir o bajar las manos por sus piernas (o brazos) y aplicar tanta presión como necesites. Desplaza las manos hasta sus nalgas y pellizca ligeramente la carne con una forma de mano similar. Considera la posibilidad de masajearle el ano o la próstata (más información aquí) si crees que le va a gustar.