Las enfermedades hepáticas más comunes
El hígado es un órgano pequeño, pero increíblemente importante en nuestro cuerpo. Es responsable de muchas funciones, incluida la filtración de la sangre, la producción de proteínas importantes, el almacenamiento de glucosa y otros procesos metabólicos. Sin embargo, lamentablemente, el hígado a menudo está en riesgo de enfermedades.
Hay innumerables factores que afectan la salud del hígado, como malos hábitos alimenticios, consumo excesivo de alcohol, infecciones virales (como la hepatitis) y el uso incorrecto de medicamentos. Especialmente peligroso es el uso prolongado de medicamentos tóxicos, que puede provocar inflamación y fibrosis hepática. Estos a menudo incluyen medicamentos contra el cáncer, analgésicos, antiinflamatorios y antidepresivos.
Para evitar problemas hepáticos, es necesario conocer las enfermedades hepáticas y sus causas. Por ejemplo:
Hepatitis: una enfermedad inflamatoria del hígado, generalmente causada por virus como la hepatitis A, B o C, que pueden transmitirse a través de agua no purificada, instrumentos médicos no esterilizados o relaciones sexuales. A veces, la hepatitis también puede ser causada por ciertos medicamentos, drogas, alcohol o reacciones autoinmunes del cuerpo.
Cirrosis hepática: una enfermedad que se caracteriza por la sustitución del tejido hepático saludable por tejido conectivo y cicatricial. Puede surgir como resultado de una inflamación prolongada del hígado, como en las formas crónicas de hepatitis o por el consumo prolongado de alcohol.
Esteatohepatitis no alcohólica (NASH): una forma de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) que implica inflamación y daño del hígado con acumulación de grasa en las células hepáticas. La característica principal de NASH es que ocurre en personas que no consumen alcohol o lo consumen en cantidades muy pequeñas. Su aparición se asocia con diversos factores, como resistencia a la insulina, síndrome metabólico, obesidad y diabetes.
Carcinoma hepatocelular (CHC): un tipo de cáncer de hígado que se desarrolla a partir de hepatocitos, las células hepáticas principales. Surge en el contexto de enfermedades hepáticas crónicas como la cirrosis o la hepatitis.
Por supuesto, nadie está exento de enfermedades, pero ahora mismo podemos corregir nuestro estilo de vida y cuidar nuestro cuerpo. Por ejemplo, intentar comer alimentos saludables y orgánicos sin pesticidas, limitar el consumo de alcohol y hacer ejercicio regularmente.
Además, podemos ayudar a nuestro cuerpo a un nivel más profundo con medicamentos. En particular, se destaca la efectividad del producto Liversim. Creadas con antioxidantes naturales como el silimarina (extracto de cardo mariano), la curcumina (extracto de cúrcuma) y extracto de té verde, las cápsulas Liversimpromueven la regeneración de las células hepáticas, protegiéndolas de varios tipos de toxinas y ayudando a reducir los procesos inflamatorios.
¡Cuida de tu salud y de tu hígado!
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AUTOR: MedCity