Consejos y cuidados para pieles sensibles
Cómo cuidar de la mejor forma pieles sensibles
Cuando nuestra piel reacciona de forma exagerada a estímulos que normalmente no afectarían a otras pieles, la clasificamos como sensible, reactiva o intolerante. Esto sucede independientemente de si nuestra piel es seca, grasa o mixta; si reacciona de manera más intensa o rápida a ciertos factores, la consideramos sensible.
La cosmética sólida natural utiliza ingredientes compatibles con nuestra piel, como aceites y mantecas de diversas frutas y plantas, que son nutrientes puros para la piel. Esta opción elimina compuestos tóxicos, beneficiando tanto nuestra salud como el medio ambiente.
¿Qué influye en la sensibilidad de nuestra piel?
Existen factores internos (endógenos) y externos (exógenos) que debemos considerar para el cuidado diario de nuestra piel y al elegir productos cosméticos.
Los factores endógenos pueden estar relacionados con afecciones cutáneas, dermatitis, rosácea, sensibilidad a la luz solar, e incluso trastornos de ansiedad, estrés o depresión.
En cuanto a los factores externos, como el clima (frío, calor, sol, viento) y los cambios bruscos de temperatura, la contaminación, la calidad del agua y nuestros hábitos alimenticios y de consumo pueden tener un gran impacto en nuestra piel.
La elección de los productos cosméticos para el cuidado y la limpieza de la piel cobra una importancia especial, ya que sus ingredientes pueden causar daño a la piel, provocando reacciones adversas como enrojecimiento, irritación o picazón.
En muchas ocasiones, la sensibilidad de la piel se desarrolla con el tiempo, causando molestias y sensación de tirantez, ya sea de forma ocasional o permanente.
Es importante tener en cuenta que la piel sensible seguirá siéndolo, pero con los cuidados adecuados y el uso de productos adecuados, se puede notar una mejora significativa, reduciendo la irritación, la reactividad y sintiéndola más cómoda y saludable.
¿Cómo cuidar la piel sensible?
Para calmar irritaciones y rojeces, y fortalecer la función barrera de la piel, es crucial protegerla e hidratarla con productos que no contengan parabenos ni alcohol, sino ingredientes naturales como aceites y mantecas de diversas frutas y plantas, eliminando así compuestos tóxicos para la salud y el medio ambiente.
Además, se debe evitar la exposición prolongada al sol usando siempre protector solar y proporcionando a la piel una hidratación óptima antes y después de la exposición.
Por lo tanto, hay tres aspectos clave para el cuidado de la piel sensible: limpieza, hidratación y protección.
Además de la hidratación esencial, si tienes piel sensible, es importante fortalecer su barrera protectora y aliviar síntomas como irritación, rojez, sequedad o picazón.
Si tu piel tiende a deshidratarse debido a su barrera protectora más delgada, es recomendable hidratarla más de una vez al día con productos suaves y libres de tóxicos.