¿Qué harina para pizza elegir para que sea más saludable?

Veamos más a fondo algunas recomendaciones para lograr una pizza casera deliciosa y nutritiva.

¿Qué tipos de harina para pizza existen?

La harina para pizza es todo un mundo. Lo habitual es utilizar harina de trigo, que se caracteriza por tener un alto contenido en proteínas y gluten, lo que le da elasticidad y resistencia a la masa. A su vez, la harina de trigo se clasifica según su grado de refinamiento, su fuerza y su tiempo de fermentación. Los más comunes son:

• Harina 0000: Es la más refinada y blanca, con un bajo contenido en fibra y nutrientes. Su tiempo de fermentación es bajo, y es fácil de manipular. Su masa será esponjosa.


• Harina 000: Conserva mejor sus nutrientes, y hay que tener un tiempo de fermentación desde medio a largo. Es una buena opción para hacer pizzas caseras, ya que tiene una buena relación calidad-precio.


• Harina 00: Es bastante similar a la 000, aunque su tiempo de fermentación es más largo, y es considerablemente más elástica. Es excelente para panes y pizzas. La masa será más crujiente.


• Harina 0: Es la menos trabajada en el molino, así que conserva sabores muy interesantes. Se utiliza principalmente en la repostería.

El nombre de estas clasificaciones puede variar según el país, pero lo más importante es entender qué buscas en la harina para pizza antes de elegirla en función de la masa que busques, pero también debes aprender a fermentarla y manipularla. También considera el molino y la zona de donde proviene el trigo, ya que repercuten en la calidad del producto final.

Los demás ingredientes

La masa es solo la base porque una pizza tiene otros dos puntos clave, la salsa y el queso. Los toppings son a tu gusto, pero hay algunos pequeños trucos.

Busca siempre tomates de buena calidad, ya sean naturales o triturados. Procura que no tengan elementos añadidos porque va a repercutir en el resultado final, aparte de aportar calorías que no estás buscando.

También podrías buscar un queso bajo en grasa y sal, como el mozzarella fresco. Una alternativa es el queso fresco batido para variar un poco el sabor.

En los toppings incluye verduras frescas, las cuales se van a asar cuando la pizza vaya al horno. Pasa de los embutidos, o solo añádelos en bajas cantidades para que otras proteínas como la carne y el pollo resalten aún más.

Con estos consejos podrás hacer una pizza casera saludable y deliciosa con una buena harina para pizza. ¡Buen provecho!