La vida puede recuperarse en cualquier momento

La vida puede recuperarse en cualquier momento
Vivir bajo la sombra de una tormenta emocional representa estar frente a un abismo que solo quien lo vive puede explicar. Experimentar por largo tiempo esta sensación convierte nuestra vida en una tortura permanente que nos aleja de la felicidad, incluso a niveles inimaginables.


Quienes están inmersos en esta situación bloquean en su cerebro, de manera inconsciente por supuesto, la plenitud y belleza que hay en la vida misma. Mientras que otras personas disfrutan de aspectos tan sencillos pero hermosos como un cielo azul, un sol resplandeciente, el canto de las aves, el sonido del agua en un riachuelo y toda la magia que Dios nos ha entregado, para quien presenta tormentas emocionales generalmente no tienen la oportunidad de percibirlos porque su angustia, depresión, ansiedad, sentimiento de culpa, frustración o desolación crean una pantalla frente a su mente y sus ojos que solo reproduce lo que su patología emocional quiere mostrar.


Dios no nos ha creado para sufrir, él no tiene en sus planes que nosotros vivamos en el abismo de las emociones negativas, no hay un plan macabro en la creación, en lo absoluto. Pero entonces, ¿por qué hay personas que tienen que enfrentar ese infierno en vida? ¿Por qué hay millones y millones de personas con una infelicidad interminable que no parece tener fin?


La vida toma matices complejos a medida que nuestra vida se va desarrollando desde nuestra niñez y adolescencia, y muchos seres humanos acumulamos momentos, circunstancias, vivencias que resultan "cancerígenas" y cuando se conectan unas con otras aparece el estallido que lastra nuestra vida si no manejamos esto con el cuidado necesario.


Conocí el caso de dos hermanos, ambos criados en las mismas circunstancias, con el mismo trato y mismas oportunidades que, aunque limitadas, eran dignas. En su edad adulta uno de ellos se convirtió en un empresario exitoso y millonario, popular e influyente, el ejemplo a seguir por miles de seguidores y admiradores que veían en su imagen y vida un espejo en el cual reflejarse. El otro hermano, que además era el mayor, tuvo una vida completamente distinta: fracasos laborales, su familia se destruyó, consumía drogas, no pudo establecer amistades duraderas y todo era un caos, al punto que terminó viviendo en las calles. No solo era lo material lo que no funcionaba, sino que tenía que convivir con la desilusión y la depresión minuto a minuto, lo cual lo convirtió en una persona totalmente infeliz y todo lo que intentaba en su vida, en algún momento terminaba destruyéndose. Es increíble ver esta historia porque claramente en algún punto de sus vidas, el camino que juntos recorrían presentó una bifurcación y el hermano mayor tomó la vía equivocada mientras el otro continuó aquel camino que lo llevaría al éxito. Pero lo importante en esta historia no es encontrar el año, el mes, el día en que ambos hermanos enfrentaron esta bifurcación, porque no fue azar que cada uno hubiera tomado un camino determinado. La clave está en poder identificar qué aspectos, a lo largo de sus vidas, se convirtieron en "células cancerígenas" que edificaron un daño emocional que destruyó la vida del hermano mayor, y qué elementos fueron semillas para que germinara en el hermano menor una fortaleza emocional tal que lo llevara a una vida de éxito y placer.


 La vida no está terminada hasta que una persona muere, la vida puede recuperarse en cualquier momento si sentimos que todo está mal, podemos recobrar sentido en nuestras vidas si reseteamos creencias y combatimos esas "células" que nos hacen daño. Es posible convertir nuestra mente en un arma poderosa para que rápidamente sea nuestra aliada y así dar un giro absoluto, encontrar la vía a la plenitud y la felicidad. No tengo duda de que hay dos cosas fundamentales para iniciar este proceso: la fe y el apoyo de alguien que entienda lo que una persona con fuerte sufrimiento emocional siente. En la fe encontramos esperanza, fortaleciendo nuestra fe y encaminándola de manera correcta encontramos una luz que puede guiarnos incluso en los momentos más oscuros. En el apoyo hay diferentes fases que pueden enfrentarse para avanzar, la primera de ellas es alguien que sepa escuchar y entender lo que quien padece la tormenta emocional siente, vive, sin recriminaciones ni tabúes; y a partir de allí pueda extender su mano para que juntos encuentren las respuestas correctas y se embarquen en un viaje luminoso y pleno. Esto es posible, porque por más oscura que sea la situación, por más dolorosa que sea la vida, por más complejo que sea el entorno, siempre, siempre hay una salida.


 Siento una necesidad inmensa de ayudar a quienes se encuentren en medio de demonios emocionales que no les permitan vivir de la manera en que lo merecen, por lo cual si crees que quieres hablar con alguien, que te escuche y te entienda, que te apoye y te tienda la mano para que tu vida vuelva a tener sentido, contáctame; estaré aquí para ti aunque nunca nos hayamos conocido. Quizá la vida ha decidido que este sea el momento. Como esto es algo altruista, tengo que dedicar espacios de mi tiempo libre luego del trabajo para poder apoyarte, pero ten la seguridad de que si lo necesitas lo haré y si en mis manos está ayudarte a cambiar tu mundo lo haré, porque contribuir a la construcción de un mundo mejor, sin indiferencia y sin intereses distintos a cobijar a nuestros hermanos con el amor de Dios (sin fanatismos ni cultos innecesarios) hará que el sol brille de nuevo.


 


Juan


 email: spiritualfullness2024@gmail.com


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FECHA: a las 18:52h (127 Lecturas)

TAGS: Vida, Tormenta emocional, Felicidad, Plenitud, Belleza, Angustia, Depresión, Ansiedad, Sentimiento de culpa, Frustración

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