Monja cubana: “Ya no callemos más. Con respeto y valentía digamos: Basta ya”.

En un contundente y desgarrador testimonio, Sor Nadieska Almeida Miguel, superiora de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en Cuba, alertó sobre la profunda crisis humanitaria que vive la isla y señaló que “resistir no es la solución”.

Con voz firme pero cargada de angustia, la religiosa denunció la cruda realidad que enfrentan a diario los cubanos: “Estamos enfrentando situaciones demasiado dolorosas, entre ellas, hambre. Lo repito: Hambre. Hay niños, ancianos, familias con hambre.”

Sus palabras cobran aún más fuerza al conocerse el reciente informe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que reconoce la “necesidad urgente” y la “profunda crisis económica” que está impactando “significativamente en la seguridad alimentaria y nutricional de la población” cubana.

En su crudo relato, Sor Almeida describe la desesperación de un pueblo sumido en la miseria y el caos: “Estamos en una caída absolutamente vertiginosa hacia el precipicio de lo irresistible… ¿Cómo pueden las personas llegar a sus centros de trabajo si no encuentran transporte? ¿Cómo pueden dar clases los maestros, y recibirlas los estudiantes, si no descansan en las noches?”.

La incansable labor humanitaria de la monja le ha permitido ser testigo de primera mano del sufrimiento de sus compatriotas. Tras once agotadoras horas de apagón, alzó su voz con firmeza: “Que ya hemos tocado tanto fondo, nos queda levantar la cabeza y la mirada, tomar conciencia de que resistir no es la solución.”

En un llamado desesperado, pero a la vez sereno, Sor Almeida instó a buscar “diálogo, caminos” y a “no silenciar más la verdad”. Si bien se opone a la violencia, dejó en claro que “ya no callemos más. Con respeto y valentía digamos: Basta ya”.

La cruda realidad expuesta por Sor Nadieska no es nueva para ella, quien ha sido víctima del acoso del régimen por alzar su voz. El 15 de noviembre de 2022, durante la frustrada Marcha Cívica por el Cambio, fue hostigada por “civiles” y representantes del Partido Comunista.

A pesar de los riesgos, Sor Almeida se mantiene firme en su llamado a la acción pacífica y al diálogo. En un momento tan crítico, su voz se alza como un faro de esperanza y determinación para un pueblo que clama por cambios y soluciones reales.

La crisis cubana ha entrado en una nueva y preocupante fase. Mientras el mundo observa, es imperativo que la comunidad internacional atienda el desesperado llamado de Sor Almeida y adopte medidas urgentes para aliviar el sufrimiento del pueblo cubano.

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