Tecnología: ¿El nuevo apego?

Con la enorme oferta tecnológica que ofrece el mercado, estamos más conectados que nunca. Sin embargo, lo que comienza como una manera conveniente de mantenerse en contacto puede convertirse en una necesidad compulsiva de utilizar el teléfono, la computadora o los dispositivos para los videojuegos. La adicción a las tecnologías, puede ser tan destructiva como el alcoholismo o las drogas. Algunos expertos dicen que hasta el 10 por ciento de todas las personas que utilizan Internet o teléfonos inteligentes son adictos a ellos.

A la mayoría de los adolescentes, les gusta pasar al menos parte de su tiempo, jugando a los videos juegos. Pero para algunos, lo que comienza como una recreación inocente, puede convertirse en una adicción. Pronto, los amigos, la familia, la escuela, e incluso la higiene personal se descuidan, ya que invierte todo su tiempo libre a jugar.

¿Por qué algunos niños y adolescentes no pueden dejar de jugar a los videojuegos?

Si el adolescente, que pasa demasiado tiempo jugando a videojuegos, se enoja o se muestra molesto porque tiene que hacer las tareas escolares y tiene dificultades para dormir, es muy probable que tenga una adicción. En ese caso, es conveniente pedir ayuda.

No es difícil entender el atractivo de los videojuegos. En primer lugar, está el poder. La mayoría de los niños y adolescentes, sienten que no tienen mucho control sobre su mundo. Por lo general, se les dice qué usar y comer, cuándo ir a dormir y despertar, cómo gastar la mayor parte de su día e incluso que amigos deberían tener. En un juego de video, el niño controla si está conduciendo un coche de carreras o aniquilando a un temerario enemigo. También, está la emoción. Un buen juego acelera el pulso y su bombeo de adrenalina, incluso si está sentado en el sofá. Los juegos con un componente de tiempo amplifican esta excitación, incluso en juegos simples. Otro aliciente es que la mayoría de los juegos tienen niveles de habilidad. Comienzan de forma sencilla por lo que cualquiera puede jugar, pero aumentan en dificultad a medida que el jugador sube niveles. Esto le da al jugador un sentido de logro, por lo que es difícil dejar de jugar. Fácilmente los juegos más adictivos, sin embargo, son los que no tienen fin. En consecuencia, los juegos están diseñados para ser lo suficientemente difíciles, al tiempo que permite a los jugadores alcanzar pequeños logros que les obliga a seguir jugando. A este respecto, el diseño de videojuegos es similar al diseño de los casinos de juego. Hay varios ganchos que se construyen en los juegos, con la intención de hacerlos adictivos, pero es un hábito difícil de abandonar.

El objetivo del tratamiento para este tipo de adicción, a diferencia del caso de otras adicciones, no puede ser la abstinencia total, aunque sí el uso más controlado.

¿Qué pueden hacer los padres?

En promedio, los niños saludables son aquellos que utilizan juegos de video por Internet, la televisión dos horas al día. Es aconsejable:

Actividad al aire libre: Anime a su hijo a practicar deportes, tener aficiones al aire libre, y disfrutar de los parques y del barrio.

Libros: La lectura es una alternativa sana y saludable. Y a diferencia de la televisión e Internet, los libros en realidad aumentar la capacidad de concentración y cognitivas de un niño.

Tiempo en familia: Para ayudar a romper el hábito de medios, apagar la televisión durante la hora de la cena o el almuerzo, y algo muy importante es que el niño o adolescente se sienta en un hogar tranquilo sin conflictos.

El tratamiento psicológico de elección, parece ser el control de estímulos y la exposición gradual a Internet, seguido de una intervención cognitivo-conductual, en la prevención de recaídas.

Hay más necesidad de información, para el tratamiento adecuado sobre los abusos de las nuevas tecnologías entre jóvenes y adultos. Se requiere más investigación sobre el tipo de intervención, en relación con el uso problemático de Internet. Al día de hoy, se hallan en discusión las posibles investigaciones en este campo.