Avances en Construcción Sostenible en América Latina y el Caribe: Un Horizonte Verde para el Futuro Urbano

En un contexto donde la urbanización crece a pasos agigantados y las preocupaciones por el medio ambiente se vuelven cada vez más urgentes, América Latina y el Caribe están tomando medidas significativas hacia la construcción sostenible. Estas acciones, lideradas por diversos actores como instituciones financieras, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, marcan un hito en la dirección hacia un futuro más verde y resiliente en la región.


Alfonso García Mora, vicepresidente de IFC para Europa, América Latina y el Caribe, destaca el papel crucial que desempeñan las inversiones recientes en construcción sostenible. Para él, estas inversiones no solo son un paso contundente en la dirección correcta, sino que también deben ser parte de una serie de esfuerzos continuos para garantizar que la sostenibilidad se convierta en la norma en la región.


El informe de las Naciones Unidas señala que más del 50% de la población mundial vive actualmente en ciudades, y se proyecta que para el año 2050 este porcentaje aumente hasta alcanzar casi el 70%. Este crecimiento urbano plantea desafíos significativos en términos de infraestructura, servicios básicos y sostenibilidad ambiental.


Uno de los principales desafíos que enfrenta la región es la necesidad de proporcionar servicios básicos como agua potable, sistemas sanitarios eficientes y energía limpia a una población en constante crecimiento. Según estimaciones, para el año 2050, cerca de 6.300 millones de personas en todo el mundo necesitarán acceso a estos servicios esenciales.


La construcción sostenible emerge como una solución clave para abordar estos desafíos. En América Latina y el Caribe, el sector de la construcción y la producción de materiales representan aproximadamente el 40% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía y la industria. Sin embargo, mediante la implementación de prácticas y tecnologías sostenibles, estas emisiones podrían reducirse significativamente.


El informe "Edificios verdes: Construcción sostenible en los mercados emergentes", elaborado por la Corporación Financiera Internacional (IFC), destaca que las inversiones en construcción sostenible podrían reducir las emisiones en hasta un 12,8% para el año 2035. Esto representa una oportunidad de inversión significativa, estimada en 24.7 billones de dólares para el año 2030.


La rápida expansión urbana en los mercados emergentes también presenta una oportunidad para la construcción de edificios verdes, con materiales innovadores como paredes sin obras también conocidos como tabiques móviles. Se estima que la superficie construida de los edificios se duplique para el año 2060, lo que podría traducirse en una inversión de 4.2 billones de dólares en edificios sostenibles para América Latina.


Sin embargo, para materializar estos avances, es fundamental contar con un financiamiento adecuado y eficaz. Hasta la fecha, los mercados financieros sostenibles en los mercados emergentes son menos desarrollados que en las economías avanzadas, lo que representa un desafío para la financiación de proyectos de construcción sostenible.


En este sentido, las instituciones financieras de desarrollo juegan un papel crucial al proporcionar financiamiento y asesoramiento técnico para proyectos de construcción sostenible en la región. Un ejemplo de esto es el paquete de financiamiento verde otorgado por IFC y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) al banco BBVA en Perú, destinado a impulsar proyectos de construcción sostenible y eficiencia energética en el país.


Los gobiernos también tienen un papel fundamental en la promoción de la construcción sostenible a través de políticas y regulaciones que incentiven prácticas más ecológicas. Esto incluye el fortalecimiento de los códigos de construcción, la fijación de precios del carbono y la promoción de la divulgación de información sobre el desempeño ambiental de las empresas.


Además de la construcción de nuevos edificios sostenibles, también es importante abordar la infraestructura existente. En este sentido, la certificación EDGE (Excelencia en el Diseño para una Mayor Eficiencia) desarrollada por IFC promueve la construcción sostenible y el uso eficiente de recursos. Hasta la fecha, se han certificado más de 34 millones de metros cuadrados en América Latina y el Caribe, lo que representa un importante paso hacia la reducción de emisiones de carbono en la región.


El compromiso con la construcción sostenible también se refleja en iniciativas educativas como Construhack, un concurso regional que busca identificar soluciones innovadoras para diseñar viviendas sostenibles y resilientes en América Latina. Estas iniciativas no solo promueven la innovación en el sector, sino que también contribuyen a la formación de profesionales comprometidos con la sostenibilidad ambiental.


En resumen, la construcción sostenible se está consolidando como una parte integral del desarrollo urbano en América Latina y el Caribe. Con el apoyo de instituciones financieras, gobiernos y organizaciones internacionales, la región está dando pasos significativos hacia un futuro más verde y resiliente para sus ciudades y comunidades. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, y es crucial seguir trabajando en conjunto para garantizar que la sostenibilidad se convierta en la norma en la construcción y el desarrollo urbano en la región.

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