La práctica esencial de la poda para maximizar el rendimiento en los cultivos de marihuana

Al remover ramas y hojas innecesarias, la planta puede redirigir su energía hacia las partes más productivas, como las flores, dando como resultado cogollos más grandes y densos, aumentando el rendimiento total de la cosecha. No obstante, estos resultados dependen de realizar la poda de manera adecuada y en las etapas apropiadas.

Momentos clave para podar

La poda del cannabis debe llevarse a cabo en momentos específicos durante su ciclo de vida para maximizar sus beneficios y minimizar el estrés en la planta:

• Etapa vegetativa: entre la cuarta y sexta semana de crecimiento, después de que la planta haya desarrollado al menos 4-6 nudos. Realizar estas podas demasiado temprano puede afectar el crecimiento, mientras que hacerlo muy tarde puede no dar suficiente tiempo para que las nuevas ramas se desarrollen antes de la floración.


• Previo a la floración: unos días antes de cambiar el ciclo de luz para inducir la floración (12/12 horas de luz/oscuridad), realiza una limpieza final eliminando las ramas y hojas inferiores que no recibirán suficiente luz. Esto prepara a la planta para enfocarse en la producción de cogollos.


• Primeras semanas de floración: entre la primera y tercera semana de esta fase, puedes realizar una defoliación ligera, evitando estresar demasiado la planta. Solo elimina las hojas que bloquean la luz a los cogollos en desarrollo o que impiden una buena circulación de aire. Posteriormente, durante la segunda o tercera semana, puedes efectuar el lollipopping, eliminando las ramas y hojas bajas para que la planta se concentre en desarrollar los cogollos superiores que reciben más luz.

Poda y fertilización: prácticas complementarias

La poda y la fertilización son prácticas complementarias en el cultivo de cannabis. La primera mejora la penetración de luz y aire, mientras que la segunda, bien manejada, garantiza que las plantas tengan los nutrientes necesarios para recuperarse y prosperar después de eliminar las hojas innecesarias. La coordinación de estas prácticas es clave para maximizar el rendimiento y la calidad del cultivo.

Al combinarlas, se incrementa la eficiencia del cultivo, reduciendo el estrés de la planta, mejorando la absorción de nutrientes, optimizando el crecimiento y controlando el tamaño y forma. Si has descuidado la poda, no te preocupes, con las herramientas adecuadas y una aplicación oportuna, lograrás incrementar la calidad de tu cultivo.

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