Jugadores cubanos fuera de Cuba

Cada vez es más común ver a futbolístas cubanos abandonar su país de orígen para jugar en otra nación. Parte de la razón por la que los jugadores están tan interesados ​​en salir de Cuba se debe a la falta de competitividad en su patria, con la consecuente falta de entrenamiento de futbol adecuado. La liga nacional tiene una temporada corta y es aficionada. Los mejores jugadores del país rápidamente alcanzan un techo artificial y sienten que su desarrollo está siendo atrofiado.

Los clubes cubanos no juegan en la competencia continental regional, organizada por la CONCACAF. A nivel juvenil, sus equipos nacionales compiten bien contra otros países, pero su falta de experiencia demuestra más tarde. Por otro lado, la selección nacional siempre lucha contra lo mejor de la región norteamericana, aunque tiende a mantener su propio nivel en el Caribe.

Sin embargo, algunos piensan que el fútbol está a punto de suplantar el béisbol y el boxeo para convertirse en el deporte número uno de Cuba. Los jugadores desertores de la isla anhelan profesionalismo y la oportunidad de probarse al más alto nivel posible.

Incluso algunos optimistas creen que podrán ver en cinco o siete años más que los equipos cubanos van a ser bastante fuertes.

Lo cierto es que el fútbol tenía un potencial real en Cuba entre 1920 y 1940 cuando tenían equipos profesionales. Fueron el primer equipo en ganar los Juegos Centroamericanos en 1930. Vencieron a Jamaica, Honduras e incluso Costa Rica. Después de eso, el profesionalismo bajó en Cuba y comenzaron a jugar como aficionados. La última vez que la selección nacional fue fuerte fue en la década de 1970.

Cuba llegó a la final de Copa del Mundo en 1938, y a pesar de sus limitaciones en las últimas décadas han competido admirablemente en recientes ediciones de la Copa de Oro. Invariablemente terminan en los primeros cuatro de final en la Copa subregional del Caribe. Con las puertas cubanas poco a poco abiertas políticamente, puede que no sea demasiado largo antes de que el país empiece a desafiar a los más grandes pesos pesados ​​de la CONCACAF. Y un flujo más libre de experiencia, con un entrenamiento adecuado en las escuelas de futbol de alto nivel, puede tener mucho que ver con ello.