Los tirantes, los grandes aliados para el traje

Su uso vuelve a estar de moda, y no solo por estética: recogen mejor el pantalón y mantiene la cintura en su sitio.

Aprende como ir a la moda con el uso de tirantes

A la hora de vestir traje y corbata, la elección de cinturón o de tirantes como elementos de sujeción para los pantalones no entraña ninguna discusión para los expertos. Sobre todo, cuando el nivel de formalidad es alto. Este complemento no solo está de moda, sino que también debe ser de uso obligatorio.

“Nosotros siempre proponemos, en la sastrería a medida, hacer un traje sin cinturón. Queda más limpio, y los tirantes te admiten mantener el pantalón en el sitio en todo minuto”, afirma Malala Vega, fundadora y propietaria de Anglomanía. Por su parte, Lander Urquijo, creador de las sastrerías que llevan su nombre, parte del gusto personal a la hora de votar, aunque matiza:

“En un evento, como una boda, siempre recomendamos el uso del tirante, impide que la cintura abulte más de lo necesario bajo la chaqueta, y no trastorna el pantalón. Cuando se vista chaqué o esmoquin, está decisivamente prohibido el uso del cinturón”. Y por supuesto, jamás deben utilizarse los dos complementos al mismo tiempo.

Recomendación importante sobre el uso de esta moda

Para quien utiliza traje en su día a día, Malala Vega también les recomienda los tirantes. Aunque este elemento fortifique la formalidad del vestuario, ello no debe frenar su uso habitual. “Queda más refinado y sofisticado”. No por cargar un traje menos costoso, debemos desanimarnos a ellos”, apunta.

“Hay personas que aún se sienten cohibidas con el simple hecho de usarlos, o incluso son anulados de snobs en algunos ambientes”, agrega Lander Urquijo, para quien usa el cinturón “es un accesorio reservado a un uso únicamente informal”, aunque cree que no hay que ser sobradamente riguroso: “podemos llevar cinturón si vestimos un traje”.

En estos argumentos, las recomendaciones son claras: hebilla plateada y estrecha, discreta y sin bordes muy sellados. En cuanto a la coloración, Malala Vega agrega: “Siempre se ha dicho que se debe ir a juego con los zapatos, si se puede que sean negros. Ahora hay más elasticidad, pero siempre es recomendable que compartan se tonalidades. Que sean una compañía, y que no vayan a  romper el conjunto”.

Precisamente, las opciones decorativas que permiten los tirantes es uno de sus fuertes, y una de las motivaciones para que, según Lander Urquijo, “su uso se haya duplicado por cien en los últimos años. Es un complemento de moda por arriba de una necesidad, un accesorio perfecto para construir un look con éxito”.

Este sastre distribuye en España modelos diseñados por Albert Thurston, firma cuyo fundador está estimado inventor de los tirantes. “Ahora hay todo un mundo aproximadamente de ellos. De los básicos, como los lisos o los de puntitos, se ha alcanzado a todo tipo de estampados y espesores”, añade Malala Vega. Pero, adentro de ese gran abanico de iniciativas, hay que contar con ciertas prevenciones.

La primera, usar modelos con broche de botón, en lugar de pinzas. Urquijo recomienda que los sujetadores, que acoplan los tirantes a los botones del interior del pantalón, sean de un cuero negro para que pueda fortificar la formalidad.

Sobre la mezcla de colores, Malala Vega sugiere adoptar con la corbata, que tengan aspectos en común, “pero que no sean parejos”. Que estén arreglados en el conjunto del traje, sin que parezca que forman un juego con otros retoques”. Y es que, como sentencia Lander Urquijo, salvo la falta de rutina inicial, “con los tirantes todo son ventajas”.

Aprende más sobre los tirantes

Los tirantes fueron inventados en 1820 en Londres por Albert Thurston para poder sostener los pantalones y permitir una mayor libertad de inclinación a los hombres que llevaran traje. Fueron muy utilizados en su época y prácticamente se convirtió en un elemento necesario si queríamos que el traje sentara como un guante y soportara todo el día.

¿Qué pasó con los tirantes?

Que el cambio de tiro en los pantalones, así como la revuelta que se produce en la vestimenta masculina tras las I Guerra Mundial hizo que éste dejara paso al cinturón, una pieza que ya conocíamos pero que ‘había cedido’ su estrado a la creación británica.

Ahora en pleno siglo XXI es cuando de nuevo estamos deseando recuperarlos y colocarles en el sitio que se valen en el mundo de la moda masculina.

La ocupación de los tirantes es doble: por un lado conservan el pantalón en su sitio del mismo modo que podría hacerlo un cinturón pero, a diferencia de éste, impide que se mueva y se vea por debajo de las prendas del conjunto, como sucede con el chaleco y el chaqué individualmente.

Además, en los hombres gruesos, no se crean las bolsas en el delantero que crea el cinturón puesto que consiguen que la caja se asiente más y que la raya caiga perfecta. Sin contar con que admite una mayor ventilación entre la camisa y el pantalón: toda ventaja ¿verdad?

Tipos de tirantes

Atendiendo a la forma de las franjas que lo ajustan y del tipo de sujeción tirante-pantalón, encontramos cuatro tipos disparejos. Por un lado están los tirantes en forma de "X" y los tirantes en forma de "Y"

¿Cuándo usar uno u otro individualmente?

Los tirantes en "X" suelen ser más angostos y delgados y visualmente no queda bien que se vean, por lo tanto, los cargaremos cuando lo que queremos es precisamente eso, que no se vean; es decir, cuando carguemos chaleco

¿Y por qué no llevar cinturón?

Pues porque las hebilla nos inducirá un bulto nada estético.

Por otro lado, los tirantes en "Y" son algo más gordos y con sus tiras más anchas. Además cuentan por lo general con mayor decoración y pequeños detalles que admiten hacerlos visuales y quedan maravillosos cuando llevamos la camisa vista.