¿El mejor verano de mi vida? Lo pasé haciendo pizzas

 James y yo crecimos en el campo. Nuestros padres tenían en pubs en Gloucestershire y Dorset, entonces siempre ha habido un elemento de hospitalidad en nuestra familia. Nosotros fuimos educados con la idea de que la comida y la bebida hace feliz a las personas. Pero no se nos ocurrió dirigir nuestro propio negocio hasta que estuvimos en Londres hace pocos años. Estoy seguro que mi madre esperaba que nosotros fuéramos abogados, pero esto nunca sucedió, y en algún momento nos dimos cuenta de que “bueno nosotros no tenemos nada que perder.”

Embalamos un lugar codiciado en el mercado de la calle Berwick en Soho y trabajamos mañana, mediodía y noche. Nos gustaría estar en el puesto todo el día, luego pack todo y enviarnos fuera a cualquier evento que habíamos acordado para atender a esa noche. Trabajamos juntos ese verano, solo nosotros dos, fue especial, porque compartíamos todo. Cada pequeño éxito se sentía más grande juntos, y los mínimos se redujeron a la mitad también. Y porque nuestras habilidades nunca se han superpuesto - James siempre ha sido el foodie y el creativo, y yo soy el tipo de hoja de cálculo - no caímos tampoco.

La ubicación de nuestro puesto significó que durante ese verano nos encontramos con un montón de gente interesante, y nuestra política rápidamente se convirtió en: "No decir no a nada". Así fue como nos encontramos sirviendo pizza en todo, desde un polo principal bailando La competencia para fiestas de moda, festivales y conjuntos de películas. Fue esa estrategia - de no decir "no" a nada, y todo el trabajo duro que involucró - que nos llevó a conocer estrellas de cine (entre otras muchas personas) y sentar las bases de nuestro negocio.

Decir que ese verano cambio mi vida no es una exageración, aparte de los negocios, fue en ese verano que me case con Jemma, después de 5 años juntos. Nosotros elegimos una ceremonia sencilla, seguido de una carpa en el jardín de un amigo en Dorset. Una banda de swing tocaba, con un monto de comida y bebida, y  nuestra fiel furgoneta de pizza se presentó en la tarde. Fue exactamente como los queríamos – simple y relajado – El único inconveniente fue ir luna de miel y dejar a James manejando el negocio por tres semanas,  Preocupándome de cómo iba a hacer frente, o si el puesto aún estaría a flote cuando regresé (por suerte era, simplemente).

Nosotros cerramos el puesto luego de un año y abrimos nuestra primer restaurante en llivia, en Dean Steet, en 2013. Hoy tenemos 6 y empleamos cerca de 200 personas. Celebramos nuesto quinto aniversario el mes paso y con una gran fiesta en el nuevo este de Londres Branch, tuvimos 500 personas bailando y cantando en un una terraza con un un gran atarderce. James y yo tuvimos un momento de pausa. Pensamos “ estamos en un largo camino en Berwick Street now”.